“China ha emergido en el escenario mundial con empresas de tecnología globales, innovadoras y competitivas”, advierte en las primeras líneas el informe “China Internet Report 2019” realizado por South China Morning Post y Abacus. El auge tecnológico de China, no es, sin embargo, una novedad. Pero el estudio desgrana algunas claves significativas. Aquí las tienes.
1. China es el gigante en Internet
Solo el 60% de la población china tiene acceso a Internet, un porcentaje muy inferior al 89% de Estados Unidos. Pero entre ambos países hay una diferencia clave: el volumen de población, que hace que las cifras absolutas de China sean abrumadoramente superiores a las de Estados Unidos.
En China hay 829 millones de personas conectadas a Internet (frente a los 293 millones de Estados Unidos), y casi todos ellas, 817 millones, lo hacen vía móvil (268 millones en EEUU). Pero la mayor diferencia se reside, quizás, en los pagos con móvil: el 42% de los chinos, 583 millones de individuos, paga vía móvil, frente al exiguo 19% de los estadounidenses (es decir, solo 62 millones).
2. China ha creado su propio ecosistema tecnológico
Y en torno a él, ha construido una barrera que impide el acceso a la tecnología occidental.
Cada empresa, aplicación o vertical estadounidense tiene su homólogo en China: el Google chino es Baidu (en 2013 te contaba ya cómo contratar anuncios en Baidu); eBay y Amazon son allí Tmall y Taobao; PayPal son Alipay y WeChat Pay; Youku sustituye a YouTube; QQ y WeChat son los homólogos de WhatsApp y Telegram; en lugar de Facebook, Twitter e Instagram están WeChat y Weibo, los servicios en la nube de Amazon Web Services y Microsoft los prestan allí Alibaba Cloud y Tencent Cloud, y así sucesivamente.
Las barreras de entrada no han impedido, eso sí, que las empresas y la tecnología china efectúen el camino inverso: ejemplo de ello es TikTok, aplicación china de vídeos breves que triunfa en occidente, con 500 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo.

3. Las empresas chinas de tecnología están de compras
Los gigantes de Internet chinos operan en múltiples sectores, a través de una expansiva política de inversión en empresas, incluso en terceros países. En conjunto, Baidu, Alibaba y Tencent invirtieron en 252 compañías en 2017 y en 2018 la cifra se elevó a 280 (de las que 42 fueron inversiones en firmas extranjeras).
4. La población rural acelera su acceso a Internet
En 2018 el número de personas conectadas a Internet en las zonas rurales pasó de 13 millones a 222 millones, y el tiempo dedicado a actividades online creció un 30%.
5. El Gobierno es la “mano visible”
En todos los ámbitos, y sin complejos. Por ejemplo, en 2018 suspendió durante nueves meses las licencias para nuevos juegos online, y en solo un mes, en enero, la Cyberspace Administration of China eliminó 9.300 aplicaciones móviles por considerar que contribuían a difundir información inapropiada o incluso dañina.
6. En tecnología, China ha dejado de copiar, para ser copiado
Así se afirma en el informe. China ha desarrollado “super apps” como WeChat, Alipay y Meituan, que aúnan desde red social a pagos por móvil y transferencias online: más o menos lo que ahora intenta emular Facebook. También ha sido pionera en implantar las compras grupales en social commerce, a través de Taobao. Y ha sido la cuna de TikTok, la app de vídeos cortos tipo Karaoke con la que ahora Facebook quiere competir lanzando la app Lasso.
7. Lidera la carrera por el 5G
Y quiere ser, por una vez, el primero. Para empezar, es el país con más patentes registradas en 5G: 3.400, por delante de las 2.051 de Corea del Sur y las 1.368 de Estados Unidos (la Unión Europea no aparece reflejada en este estudio). Las tres firmas de telecomunicaciones más importantes (China Unicorn, China Mobile y China Telecom) han puesto ya en marcha proyectos de 5G en una docena de ciudades, con una población total de nada menos que 167 millones de habitantes.
En 2025 se espera que China cuente con un total de 460 millones de conexiones 5G, el 28% del total de conexiones del país.
8. Utiliza y aplica la inteligencia artificial a escala masiva
Para control de accesos, vigilancia, soluciones de smart cities, recomendaciones personalizadas…
En la estación de metro de Futian de Shenzhen, los pasajeros no utilizan un billete de metro, ni escanean un código QR. Basta con que dejen que la pantalla que hay en la entrada escanee su rostro: tras identificar al pasajero, el sistema descuenta el precio del billete automáticamente de la cuenta que la persona tiene vinculada.
Otro ejemplo: el comercio online JD.com ofrece un probador en 3D para que el comprador pueda “probarse” la ropa en un avatar personalizado a su imagen y semejanza.
La compañía Intellifusion, con sede en Shezhen, ha desarrollado cámaras de alta definición e inteligencia artificial para identificar a infractores de tráfico, ya vayan en coche…o andando. Y la firma de realidad aumentada Xloong ha creado unas gafas inteligentes que permiten a la policía acceder en tiempo real a identificación facial, tarjeta de identificación y matrícula de vehículo de las personas.
En la universidad de Hangzhou, los estudiantes justifican su asistencia a las clases con códigos de verificación a través del móvil (quien también les envía recordatorios y avisos cuando se “saltan” una clase).
Y además, las empresas chinas (tales como SenseTime y Megvii) están exportando sus aplicaciones de inteligencia artificial para implantar sistemas de vigilancia y control en el Sudeste Asiático, África y América Latina.
9. El “crédito social” comienza a ser una realidad en China
Se trata de un sistema que aplica “castigos” y “premios” a los ciudadanos y empresas en función de su comportamiento, integridad, fiabilidad, grado de cumplimiento de las normas… No hay un sistema centralizado para asignar los “créditos”, sino una red de apps relacionadas que utilizan a su vez diferentes criterios. Por ejemplo, en la “ciudad dormitorio” de Rongcheng (Shandong), los puntos se apuntan “a mano” y se obtienen por ayudar a instalar una canasta de baloncesto.
Y si pierdes “crédito” eres castigado. La base de datos de “desacreditados” que gestiona la Corte Suprema de China almacena información de unos 13 millones de chinos que han “perdido la confianza” y no pueden, por ejemplo, volar en avión ni montar en el tren de alta velocidad.
Este sistema de “crédito social” se lanzó en 2014 y el Gobierno chino asegura que en 2020 estará plenamente implantado. En mi opinión, se trata más de un sistema de “control del individuo”, que de “reconocimiento” de los méritos personales.
Y a ti, ¿te sorprenden estos datos?
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