No, esta pregunta (y este artículo), en realidad no va dirigida a ti, querido lector. Probablemente tú ya lo sepas y conozcas con qué herramientas hacerlo, o tal vez no tengas ni idea pero tampoco sea algo que te inquiete ni te interese especialmente. O sí, pero solo por curiosidad. Porque por muchos datos que de ti me proporcione Google Analytics, en realidad no sé si utilizas Instagram Stories, si subes contenido con frecuencia ni de qué tipo, ni tan siquiera si te preocupa que alguien pueda descargarlo, o si quieres guardarte el creado por otra persona.
Pero sí sé, porque lo veo, que cada día hay más niños y pre-adolescentes en Instagram, publicando imágenes más o menos creativas, de mayor o menor calidad, de dispar criterio. Y sobre todo, subiendo contenidos a Instagram Stories con la confianza de que al ser efímero y caducar a las 24 horas, da igual, no importa lo que allí muestren, lo que hagan, lo que graben, las tonterías (y otras cosas) que enseñen.
Pero sí importa.
Por eso, querido lector, si tienes a tu cargo un menor con cuenta en Instagram, o conoces alguno, hazle un favor, pregúntale: “Sabías que cualquiera puede descargar tus Instagram Stories, guardarlas y compartirlas?”.
Porque debe saber, debe ser consciente, de que lo que publica en Stories puede ser almacenado por otra persona, tanto en un ordenador como en un móvil. Que no caduca, ni mucho menos. Que puede ser republicado, compartido y difundido hasta el infinito. Que no desaparece a las 24 horas. Que permanece. Y vuelve.
Que de nada sirve que esconda su cara tras unos cuantos trazos con la esperanza de que no se le reconozca, porque a ver: ¿a quién quiere engañar? Ni que utilice encuadres con planos inverosímiles para que oculte parcialmente su rostro. Que ante la duda de si conviene o no, mejor no publicar.
Hazle saber también que Instagram Stories es una herramienta muy divertida, muy versátil, un filón para dar rienda suelta a su creatividad. Sobre todo si, como ya está haciendo probablemente, la combina con Boomerang, por ejemplo. Que la utilice para hilar narrativas, para jugar a ser reportero, para explorar las opciones de vídeo, producir imágenes, explotar el lenguaje audiovisual.
Pero que sepa que Instagram Stories deja huella digital, y que tiene que aprender a gestionarla. Recuérdale también que de nada sirve tener configurada su cuenta como privada si después acepta a todo el mundo, que tener más seguidores y sumar “likes” no le hace más popular.
Y si no te cree, si aún confía en que sus Stories mueren a las 24 horas y no salen de Instagram, enséñale por ejemplo la app InstaStory del Apple Store (yo la he probado, funciona de maravilla y es gratis), o las múltiples variantes de Story Saver disponibles en Google Play. Y la extensión de Chrome IG Story si prefiere probar a descargar la historia en el ordenador.
Y tú: ¿sabías que tus Stories se pueden descargar?
Si te ha gustado este post, quizás te interese leer:
– Instagram y los niños: cómo usarlo de forma segura para potenciar sucreatividad.
Foto: Freepik
No hay comentarios