La pandemia ha cambiado los hábitos informativos de las personas en todo el mundo, según se desprende del Digital News Report 2020 elaborado por Reuters Institute a partir de encuestas en 40 países. Aunque muchas personas han recurrido de nuevo a la televisión y periódicos digitales para informarse, el confinamiento ha acelerado también la utilización de nuevas herramientas online, como los grupos sociales o las videoconferencias.
Todo ello hace prever una inevitable aceleración del proceso de digitalización de los medios de información tradicionales. El periodismo importa y está en alza. Pero este interés está generando incluso menos ingresos para los periódicos impresos, debido al recorte de inversión de los anunciantes, que la crisis económica acentuará.
En el reto de la búsqueda de nuevos modelos de negocio, la implantación de sistemas de suscripción parece ya inevitable, según el estudio. Pero al mismo tiempo, este planteamiento corre el riesgo de provocar que la información de calidad quede restringida tras pasarelas de pago. Y, por tanto, inaccesible para quienes carecen de recursos económicos para asumir el gasto.
Al mismo tiempo, con la pandemia se constata algo que ya sabíamos: se ha incrementado en todos los países el uso de redes sociales y el tiempo dedicado a ellas (como ya vimos, por ejemplo, que ha sucedido con el uso de redes sociales en España). Y también, la utilización de las redes sociales como fuente de información. Esto, a su vez, presenta dinámicas diferenciales.
Facebook, la red social como fuente de información preferida
Facebook es, de lejos, la red social preferida para obtener información (no solo para conectar con amigos): el 36% de los encuestados recurren a ella. Twitter queda en cuarto lugar, con un 12%: aunque la red social de microblogging es percibida como eminentemente informativa, sus 330 millones de usuarios activos mensuales configuran una cifra inferior a los 2.740 millones de Facebook… y eso es imbatible.
En segundo y tercer lugar se colocan YouTube, con un 21%, y WhatsApp, con el 16%.

Auge de los grupos
WhatsApp es una de las redes sociales que más ha crecido como fuente de información, con un aumento de hasta el 10% en algunos países. En concreto, en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, España, Corea del Sur y Argentina casi un cuarto de la población (el 24%) ha utilizado durante la pandemia WhatsApp para buscar, discutir o compartir información relacionada con el COVID-19.
No se trata solo de grupos de familiares y amigos: un quinto (18%) se ha unido en este periodo a algún grupo de Facebook o de WhatsApp para discutir expresamente sobre el coronavirus con gente que no conoce.
En conjunto, algo más de la mitad de los encuestados (el 51%) utiliza algún tipo de grupo, ya sea abierto o cerrado, para compartir información: se trata de entornos en los que es más complicado detectar, por ejemplo, noticias falsas, y en los que la desinformación se propaga más rápido.
Los jóvenes se informan sobre coronavirus en Instagram
Mientras tanto, Instagram seguido de Snapchat se han convertido en la principal fuente de información para los jóvenes de la Generación Z (entre 18 y 24 años). Los influencers y las celebrities han desempeñado aquí un papel destacado, ya sea comentando información o recomendando cuestiones de salud (recordemos que en agosto el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón hizo en España un llamamiento a los influyentes para que ayudaran a concienciar a los más jóvenes sobre los peligros de la pandemia, apelando a su capacidad de difusión).
Resulta significativo en este punto cuál ha sido la red social preferida por los jóvenes para informarse, que ha dependido, como es lógico, del grado de penetración de cada plataforma en cada país. Así, mientras que en España el 28% de los jóvenes afirma informarse e Instagram y solo un 1% se decanta por Snapchat o TikTok, en Estados Unidos, aunque Instagram sigue liderando con un 26% de preferencia, Snapchat se hace con un 14% de atención y TikTok con un 11%.
Se trata en cualquier caso de redes sociales en los que los formatos de contenidos no facilitan desarrollar demasiado la información, quedando ésta reducida en muchos casos a vídeos de apenas unos segundos o una imagen. Formatos, por tanto, más tendentes a proporcionar información sesgada y descontextualizada, sin capacidad para profundizar, y por lo tanto más fáciles de manipular.

El papel de las redes sociales como canal de desinformación
La desinformación es motivo de inquietud general en los 40 países de estudio: de media, el 56% de los encuestados manifiesta estar preocupado por la dificultad para distinguir las informaciones falsas.
Ahora bien, ¿quiénes generan estas noticias falsas? El informe muestra que los políticos nacionales son percibidos como los principales responsables (en un 40%), seguidos de los activistas (14%), los periodistas (13%), las propias personas (13%) y gobiernos extranjeros (10%).
No obstante, el canal a través del que se difunden y comunica la desinformación es, sobre todo, las redes sociales. El 40% de los encuestados les culpa a ellas de ser la vía para trasladar las falsedades que se generan, mientras que solo el 20% señala a las webs de noticias y apenas un 10% a Google.
Y en este terreno, Facebook gana por goleada: es considerado el principal canal de desinformación por el 29% de los encuestados, muy por delante de YouTube (6%) y Twitter (5%). De nuevo el grado de penetración de cada red social marca también ligeras diferencias: en países como Brasil, Chile, México, Malasia o Singapur, WhatsApp es percibida como la principal vía de difusión de noticias falsas, mientras que en Japón destaca Twitter y en Corea del Sur predomina YouTube.

Impulso a las vídeo noticias
El vídeo revalida su éxito como formato de contenido mediante el que informarse: de media, el 67% de los encuestados afirma ver videonoticias al menos cada semana. Pero no en las webs de los medios de información, o en las ediciones digitales de los periódicos, sino sobre todo en plataformas de redes sociales: el 52% accede a estas videonoticias a través de YouTube, Facebook o Twitter, mientras que solo el 33% lo hace en websites o apps.
El informe señala que la popularidad de las redes sociales y plataformas de vídeo en Asia, América Latina y África está estimulando de forma notable el consumo de vídeo en estas regiones en detrimento del texto. En un intento de contrarrestar esta tendencia, en Europa varios medios de comunicación (entre ellos, Ringier en Suiza o ARD en Alemania) están comenzando a invertir en este formato, a pesar de que las opciones de monetización no están claras.
El dilema de los medios locales
En la mayoría de los países, los periódicos locales o sus ediciones online son la principal fuente para informarse sobre la ciudad o la región en la que se vive. Pero el estudio detecta que también aquí las redes sociales comienzan a ganar terreno: un tercio de los encuestados (el 31%) reconoce que prefiere Facebook y los grupos en redes sociales para conocer qué ocurre a su alrededor… lo que traslada una presión añadida al modelo de negocio de los medios de información tradicionales.
Y a ti, ¿te llaman la atención estos datos?
Gracias a Freepik por la imagen de portada
7 Comentarios
Como Argentino me preocupa mucho ver el porcentaje de personas que se informa por instagram, habla mucho de la desinformación que hay sobre todo en mi pais.
Gustavo Woltmann
Excelente post, y muy nutrido de información, definitivamente uno de los mejores que he leído.
Saludos.
¡¡Muchísimas gracias!!
En estos días, gran parte de la vida ocurre virtualmente. Por supuesto, también hay ventajas en esta situación. Solo hay que distinguir entre lo real y lo que se crea en Internet.
En cualquier caso, gran artículo respaldado por interesantes gráficos y tablas. Saludos
Gracias a ti Laura por visitar mi blog!
Para mi el gran problema esta en los niños y la juventud. Gran articulo María. Te sigo.
¡Gracias por visitar mi blog!